Demasiado Ego

Tenga paciencia, las descripciones del Zohar sobre los últimos tiempos vendrán pronto y mucho antes de que el fin de los días llegue realmente, y ellas no van a ser realmente el fin de nuestros días, sino más como un principio, solamente si se lo permitimos a D-os.

Pronto revelaremos la “Espada de Moisés”, otra herramienta oculta dentro de la Torah, pero quedará enfundada hasta que los días del Mashiaj se acerquen más. Incluso así, queremos debatir sobre la utilización de herramientas espirituales en lo general y la de Moisés es una da las más poderosas.

Moisés poseía todas las herramientas del Universo y sabía todos los secretos de la creación, por tanto cuando vino a sanar a su hermana ¿por qué eligió suplicar a D-os en su lugar?

Moisés comprendió, como está dicho en la Torah, Devarim 4:35..“Él es D-os; no hay otro fuera de Él”, que retirándose a sí mismo (su ego) Moisés abriría todas las posibilidades de que D-os pudiera interpretar Sus milagros. Él hizo espacio para que entrara D-os.

Como se explica en La Oración Génesis, una de las razones de que el Ana B ́Koaj (el Nombre de 42 Letras) trabaje para nosotros es utilizándolo y admitiendo que nosotros no controlamos nada y que necesitamos la ayuda de D-os. Hacer espacio para que D-os entre.Cuando Moisés recitó la secuencia de 11 letras El Na ReFa Na Lah (EL NE RPE NE LH) (1-30 50-1 200-80-1 50-1 30-5), que está incorporada en las 42 Letras Espada de Moisés, él imploró a D-os dos veces para que sanara a su hermana, y al hacerlo así, le permitió a D-os entrar, pero él también nos dió un camino a seguir.

Es un camino doblemente maravilloso porque él nos da una secuencia poderosa para recitar cuando suplicamos a D-os ayuda para alguien que necesita sanación El Na ReFa Na Lah (EL NE RPE NE LH), porque ello sirve como un modelo para emular el debido socorro. Esta secuencia de sanación, en caso de que usted no esté familiarizado con ella, se canta como una parte de “Yedid Nefesh” en la tercera comida del Shabbat, la tarde del Sábado, un momento especial de buena voluntad.

Si, necesitamos luchar para hacer lo mejor de nuestras vidas, conocer los caminos de HaShem tan profundamente como podamos, y transformar nuestra naturaleza reactiva egoísta lo mejor que podamos, pero entonces tenemos que dejarla ir y admitir que nosotros mismos no somos nada. Es entonces cuando podemos recibir todo, todos los maravillosos efectos de la realidad del –árbol-de-vida, vida sin limitaciones.

Todos comprendemos que queremos ser uno con D-os y el Universo, un alma, pero mire a su alrededor; hay mil millones de otras almas que apenas están conectadas, en todo caso. Hay lugares en su ciudad que usted no visita nunca, y mucho menos en el planeta, sistema solar, galaxia, universo, universos paralelos, por tanto ¿oómo podemos esperar ser uno con todo? Es casi imposible con nuestros cónyuges, hijos, hermanos, y maestros.

Nosotros permanecemos sobre esta tierra, mirando a nuestro alrededor, mirando afuera hacia el espacio, en el universo interminable y elegimos convertirnos en uno con ello haciéndonos más grandes a nosotros mismos.

Consciente, o inconscientemente, pensamos que podemos volvernos uno con ello llenándonos con nosotros mismos, nuestros deseos,nuestro conocimiento,nuestra importancia y nuestra influencia. Este es nuestro ego y algunos de nosotros nos llenamos mucho más que otros, pero aún así es una pequeña gota en un cubo enorme.

Ahora, echemos un vistazo en nosotros mismos sobre como lo hizo Moisés, desde el punto de vista del Universo. Observe que pequeños, inconsecuentes, somos realmente. No sería mucho más simple reducirnos a nosotros mismos (encoger nuestros egos) el resto de ese muy corto camino a la nada, y por tanto unir al Universo como uno; después de todo, estamos mucho más cercanos de la nada que del todo.

Moisés, conocía esto, el Baal Shem Tov y muchos otros grandes tzaddikim conocían esto. Es por esto que los milagros entraron en sus vidas y actos. Porque ellos sacaron su ego fuera del cuadro y permitieron que el Universo (D-os) hiciera el trabajo.

No estamos diciendo que retirar el ego sea fácil. Es la cosa más difícil, pero aún así es más fácil que tratar de ser D-os. Y lo que lo hace tan difícil es nuestro propio tamaño inconsecuente dentro del Universo; queremos mantener ese ego como una forma de protección. Estas fueron las hojas de higuera que Adam agarró cuando fue privado del –árbol-de-vida en el Gan Eden (Jardín del Edén) y que le forzó a vivir en la realidad del –arbol-de-conocimiento. El ego es mucho más que una forma de poner nuestro nombre sobre altos edificios –esto al menos es una forma de ego constructiva- pero es ego también cuando nos aferramos a nuestros secretos, cuando no confiamos el uno en el otro, cuando queremos estar solos, cuando nos sentimos culpables.

El ego son las vestiduras que Adam y Eva se hicieron cuando la espada de fuego bloqueó el camino al jardín. Nosotros deberemos desbloquear los misterios de la espada, no a causa de nuestro conocimiento, sino porque es lo que D-os quiere para nosotros, pero primero, debemos arrojar nuestras vestiduras (metaforicamente), nuestros egos. Es tiempo para permitir que D-os sea D-os y parar de intentar bloquearle a Él sacándole de nuestras vidas.

Cuando la Torah dice, D-os hizo al hombre a Su imagen, no dice que Él hiciera clones. Piense que una imagen como la conocemos hoy, está compuesta de miles de pixeles. Si todos jugamos nuestro papel de pixeles, permitiendo que la luz nos guie y brille a través de nosotros, la imagen aparecerá, y la palabra para imagen (tzelem) tiene la misma gematria que la palabra para árbol (etz), como en el –árbol-de-vida, que es lo que va a aparecer una vez que salgamos de nuestro propio camino.

Traducido x ISh TaM el 23-8-2014

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