La Tradición relata que cuando Asuero transformó en ley las intenciones de Haman de liquidar a los Iehudim el día trece del mes de Adar, y cuando entonces estaban todos sumidos en la máxima tristeza y horror, Mordejai encontró tres niños, tres tinokot (plural de tinok; «niño«) a quienes les preguntó cuál era el versículo de ellos de ese día.
El primer niño apuntó al versículo de Proverbios 3:25, a saber: «No temas al repentino terror, ni la ruina de los impíos cuando deviene».
El segundo niño apuntó al versículo de Isaías 8:10: «Tramad idea maligna, más será frustrada; tramad un complot, más no se concretará: Pues D-os está con nosotros».
Mientras que el tercer niño, finalmente, refirió el versículo de Isaías 46:4: «Hasta tu vejez Yo soy el mismo y hasta las canas Yo cargaré (con vosotros). Yo te hice y Yo te cargaré, Yo te soportaré y te guardaré».
Esa es la fe que los niños le transmitieron a Mordejai. No fue el conocimiento, grande sin duda, de Mordejai el que la hizo surgir. Según su saber, no habría salida; pero los niños en contacto directo con aquella Fuerza que antecede a la Creación del mundo, le transmitieron el mensaje desde lo oculto. Entonces Mordejai asumió que no debía temer y que D-os ayudaría.
!Que los perversos maquinen ideas destructoras – se dijo – pero D-os salvará!
Friedrich Weinreb
Yo, el Oculto (extracto)
Publicado por ISh TaM el 12-7-2015